Tributo a Roberto Bolaño: ‘Estrella distante’

JulioSuarezAnturi

Roberto-BolañoRoberto Bolaño (foto) murió el 15 de julio del 2003. Se cumplen, el próximo mes, 10 años de su partida, con la que dejó un legado narrativo, poético y ensayístico. A estas alturas, Bolaño es lo que le dijo a Mónica Moristain que era, en el 2003: un latinoamericano, más que un chileno, un español o un mexicano a secas. La alerta sobre el homenaje que se prepara para recordarlo, entre el 15 al 18 de julio, la dio Juan Carlos Ramírez en el diario La Segunda. La conmemoración se llamará ‘Estrella distante’, como el título de su cuarta novela, a partir de cuya publicación empezó su amistad con la editorial Anagrama y su dueño Jorge Herralde, quien estará en Chile para la celebración. Serán 70 ponencias, 27 mesas temáticas y 9 conferencias, en Santiago, Viña del Mar y Valparaíso, como se precisa en la web congresoliteral.com, en…

Ver la entrada original 296 palabras más

Los suicidios de Andrés Caicedo

JulioSuarezAnturi

andres-caicedoEn sus ‘memorias’, el escritor colombiano Andrés Caicedo (foto), mitificado justa o injustamente, habla de sus intentos de suicidio, los cuales, finalmente, habría de dar cumplimiento el 4 de marzo de 1977, para ingresar al panteón de los jóvenes talentosos que parten de esta vida antes de cumplir los 27, como el bajista de Sex Pistols, Sid Vicious, el compositor y guitarrista de Nirvana, Kurt Cobain, o más recientemente la cantante británica Amy Winehouse. Caicedo no era músico, pero escribió una novela titulada “¡Que vida la música!”, en la que trasluce un sesudo alegato a favor de la llamada ‘salsa’ de las tropicales barriadas caleñas, frente a la, para él, tonada ‘chucu-chucu’ de las fiestas bogotanas.

Cuenta en esos apuntes el colombiano admirado por Alberto Fuguet (49 años, chileno, quien escribió el libro ‘Mi cuerpo es una celda’, a manera de memorias de Andrés…

Ver la entrada original 1.095 palabras más

Juan Gonzalo Rose: No he conocido lo que es la verdadera felicidad

Rose.

Copy Paste Ilustrado

Entrevista de César Hildebrandt al poeta Juan Gonzalo Rose. Publicada en Caretas, Lima el 10 de marzo de 1980.Juan Gonzalo Rose

Usted ha dicho, desgarradoramente, que las fuerzas creadoras lo han abandonado, pero que todavía espera  un milagro

Es una manera de expresar una esperanza, dictada sobre todo por el sentimiento. Porque, racionalmente, yo me doy cuenta de que mis posibilidades de creación están agotadas.

Yo me he preguntado muchas veces, Juan Gonzalo, qué fue lo que lo quebró. En un poema de Las comarcas usted dice: «pero el gran desamor, sólo noches oscuras acarrea…». ¿Fue eso? ¿Fue la soledad?

Sí, en parte… Pero hay otros factores. En primer lugar, naturalmente, el tiempo: tengo 52 años. Luego, esa soledad a la que nos hemos referido y que en mi caso es muy especial… Porque desde hace cuatro años yo padezco de depresión. Esta depresión me conduce a encerrarme en mi…

Ver la entrada original 2.183 palabras más

Las mujeres que leen son peligrosas

Las mujeres que leen son peligrosas

El libro “Las mujeres que leen son peligrosas”, de Stefan Bollmann, recorre la historia del arte a partir de esta iconografía que, según Luis Gusmán, atraviesa el placer, la libertad y la prohibición.

Hay un libro de Stefan Bollmann: Las mujeres que leen son peligrosas, que es la historia ilustrada con escenas de mujeres leyendo, y que va desde la Virgen María a Marilyn Monroe. Un recorrido desde la pintura y de la fotografía, a partir del siglo XIII y hasta el siglo XXI. Podemos decir que su mirada interviene esa iconografía. Por lo tanto, este recorrido excede la disciplina del comentario de un libro, ya que su lectura nos precipitó en un tema. La escritora y ensayista Esther Tusquets, en su prólogo, advierte la cuestión y transforma el título del libro en pregunta: ¿Son peligrosas las mujeres que leen? Esa pregunta atraviesa este texto.

EnRojo y negro, la novela de Stendhal, la señora Rènal quien ha contratado un preceptor para sus hijos, termina enamorándose de éste que se llama Julián Sorel. Ella no hace más que realizar los sueños de las novelas que lee. A Emma Bovary le sucede algo parecido: su marido Charles nunca será el personaje de alguna de las novelas que ha leído. Más contemporáneamente, Molly Bloom, en su monólogo, vive en la cama esperando que su marido, Leopoldo Bloom, le traiga novelitas porno eróticas como Las dulzuras del pecado .

Las mujeres leen novelas y Ricardo Piglia, en su libro El último lector, cuando habla de la linterna de Anna Karenina, se detiene en los libros que lee la protagonista. David Viñas también: en su trabajo sobreAmaliase fija en los libros que estaban sobre el tocador de la heroína romántica: Lamartine, Jorge Issacs.

Llena eres de gracia

En las mujeres virtuosas, rezo y lectura parecen inseparables. Hay un cuadro de Simone Martini del año 1333, “Anunciación”, que es un ícono fundante. En esta anunciación, un ángel se hace presente a la Virgen María y parece interrumpirla en su lectura. María parece retirarse hacia atrás como temerosa. Bollmann, describe la epifanía: “su mano izquierda sostiene un libro rojo –símbolo de su sabiduría– que estaba leyendo y que mantiene abierto con el pulgar para no perder el pasaje en que estaba sumergida en el momento de la llegada del ángel que interrumpió su lectura.” Si bien la lectura ha sido interrumpida, el último detalle anotado por Bollmann revela, al menos, una contradicción ejemplificada en ese dedo pulgar abierto, ya que la Virgen conserva su serenidad y no ha perdido el pasaje que estaba leyendo.

Read More

Fuente:Revista Ñ

Escrito por LUIS GUSMAN

La lentitud es belleza

La lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luzbajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba sin color
bajo el cielo cascado y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo está el poema
intacto sol
ineludible noche

sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra
animal de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restostodo para decir
que alguna vez estuve
atenta desarmada
sola
casi en la muerte
casi en el fuego.

BLANCA VARELA
Lima, noviembre 1977

El Evangelio según Jesucristo (fragmento)

El Evangelio según Jesucristo (fragmento)

Pasó un tiempo, la niebla no volvió a hablar, y Jesús preguntó, ahora en el tono de quien espera una respuesta afirmativa , nada más. Dios vaciló, y luego, en tono fatigado, dijo: 

—Todavía está la Inquisición, pero de ella, si no te importa hablaremos en otra ocasión.

Qué es la Inquisición. La Inquisición es otra historia interminable. Quiero conocerla. Sería mejor que no. Insisto, vas a sufrir en tu vida de hoy remordimientos que son del futuro, tú no, Dios es Dios, no tiene remordimientos. Pues yo, si ya llevo esta carga de tener que morir por ti, también puedo aguantar remordimientos que deberían ser tuyos, preferiría ahorrártelos, de hecho, no vienes haciendo otra cosa desde que nací.

Eres un ingrato, como todos los hijos, dejémonos de fingimientos y dime qué va a ser la Inquisición. La Inquisición, también llamada Tribunal del Santo Oficio, es el mal necesario, el instrumento cruelísimo con el que atajaremos la infección que un día, durante largo tiempo, se instalará en el cuerpo de tu Iglesia por vía de las nefandas herejías en general y de sus derivados y consecuentes menores, a las que se suman unas cuantas perversiones de lo físico y de lo moral, lo que, todo junto y puesto en el mismo saco de horrores, sin ocupaciones de prioridad y orden, incluirá a luteranos y a calvinistas, a molinistas y judaizantes, a sodomitas y a hechiceros, manchas algunas que serán del futuro, y otras de todos los tiempos, y siendo la necesidad que dices, cómo procederá la Inquisición para reducir estos males, la Inquisición es una policía y un tribunal, por eso tendrá que aprehender, juzgar y condenar como hacen los tribunales y las policías. 

Condenar a qué, a la cárcel, al destierro, a la hoguera, A la hoguera, dices, Sí, van a morir quemados, en el futuro, millares y millares y millares de hombres y de mujeres, de algunos ya me has hablado antes, esos fueron arrojados a la hoguera por creer en ti, los otros lo serán por dudar, No está permitido dudar de mí, No, Pero nosotros podemos dudar de que el Júpiter de los romanos sea dios, el único Dios soy yo, yo soy el Señor y tú eres mi Hijo, morirán miles, Cientos de miles, Morirán cientos de miles de hombres y mujeres, la tierra se llenará de gritos de dolor, de aullidos y de estertores de agonía, el humo de los quemados cubrirá el sol, su grasa rechinará sobre las brasas, el hedor repugnará y todo esto será por mi culpa, No por tu culpa, por tu causa.

Padre, aparta de mí ese cáliz, el que tú lo bebas es condición de mi poder y de tu gloria, No quiero esa gloria, pero yo quiero ese poder. 

La niebla se alejó hacia donde antes estaba, se veía agua alrededor del barco, lisa y opaca, sin una arruga de viento o una agitación de brisa. 

Entonces el Diablo dijo, Es necesario ser Dios para que le guste tanto la sangre. 

Poema 20 (Veinte poemas de amor)

Poema 20 (Veinte poemas de amor)

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda

Apuntes para un profesional de la Comunicación en el Perú del 2013

Ojo al piojo

La Pollera Parlante

El sábado pasado tuve el placer de dirigirme a la promoción de comunicaciones 2012-2 como invitada de honor en su ceremonia de graduación. En el mismo lugar donde me gradué hace más de diez años pude compartir algunas reflexiones con los nuevos profesionales y recordar gracias al brillo de sus ojos, la satisfacción de lograr un objetivo, la ansiedad por todas las novedades que les traerá la vida profesional, la sensación de intercambiar miradas y sonrisas con la frente en alto, entre padres e hijos, entre maestros y alumnos, entre compañeros de estudio.

Desde que me anunciaron que debía hacer un discurso para esta promoción, hasta el día de la ceremonia pasaron cerca de dos meses en los que fui reflexionando lo que iba a compartir con ellos analizando mis más de diez años de experiencia profesional. No fue difícil encontrar el mensaje principal, tiene que ver con mi trabajo…

Ver la entrada original 65 palabras más

EXACTA DIMENSIÓN

EXACTA DIMENSIÓN

Me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas…

y más precisamente:
me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas
cuando llega el verano…

y más precisamente:
me gustas porque tienes el color de los patios
de las casas tranquilas en las tardes de enero
cuando llega el verano…

y más precisamente:
me gustas porque te amo.

Juan Gonzalo Rose

Lo que aceptas te transforma.

Lo que aceptas te transforma.

Aquellos que no comprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido.

Lo que niegas te somete.

Lo que aceptas te transforma.

Carl Jung